Gustav Holst compuso su Primera Suite para Banda Militar, op. 28 núm. 1, en 1909. Se trata de una obra en tres movimientos, considerada hoy en día una piedra angular del repertorio de las bandas de concierto. Estrenada por primera vez en 1920 en la Real Escuela Militar de Música, sirvió como demostración de que se podía escribir música seria para la combinación de instrumentos de viento, metales y percusión. Como no hay ningún encargo registrado para este trabajo, el motivo por el que Holst lo escribió sigue siendo desconocido, aunque se ha observado que Holst estaba visiblemente insatisfecho con el nivel de la música escrita para bandas en ese momento (él mismo era trombonista y actuaba regularmente con diferentes bandas). La mayoría de las piezas tocadas por las bandas de la época consistían en transcripciones de melodías populares o piezas clásicas sencillas. La suite de Holst fue diseñada perfectamente para manejar los desafíos inherentes de una banda militar debido a su ingeniosa orquestación. La composición se basa en una melodía original, aunque recuerda a la tradición de las canciones populares inglesas. Holst hizo saber que los tres movimientos deberían sucederse sin interrupción.
