Edward Elgar escribió su Introducción y Allegro para cuerdas, op. 47, en 1905, para ser interpretado por la recién creada Orquesta Sinfónica de Londres. La pieza, que exige una técnica considerable por parte de los intérpretes, en realidad está compuesta para cuarteto de cuerdas y orquesta de cuerdas, apoyándose en algunos elementos compositivos del estilo concerto grosso. Dura unos quince minutos y está dedicado a Samuel Stanford.
Edward Elgar escribió su Introducción y Allegro para cuerdas, op. 47, en 1905, para ser interpretado por la recién creada Orquesta Sinfónica de Londres. La pieza, que exige una técnica considerable por parte de los intérpretes, en realidad está compuesta para cuarteto de cuerdas y orquesta de cuerdas, apoyándose en algunos elementos compositivos del estilo concerto grosso. Dura unos quince minutos y está dedicado a Samuel Stanford.