Los historiadores suelen señalar el año 1860 como un año decisivo en el desarrollo de Johann Strauss II como compositor. Fue en este punto de su carrera cuando comenzó a ampliar el vals vienés heredado de su padre, Johann Strauss I, y Joseph Lanner, y a perfeccionar el género del que se convirtió en maestro indiscutible. Aceleración, op. 234, suele citarse como el primer trabajo de Strauss en su nueva dirección. Cuenta la leyenda que el compositor comenzó a escribir la obra en la madrugada del 14 de febrero, justo después de que él y su orquesta actuaran en un baile en la Sofiensäle de Viena. Un miembro del comité de danza de la Escuela Técnica Superior de Viena, que había encargado que Strauss interpretara un nuevo vals esa misma noche, se acercó al compositor y le pidió ver la nueva obra.
