Sinfonía n.º 1 de Beethoven en do, op. 21, estaba dedicado al barón Gottfried van Swieten, uno de los primeros mecenas del compositor. La pieza se estrenó en 1800 y se publicó un año después. La obra está claramente en deuda con los predecesores de Beethoven, particularmente Haydn y Mozart, pero, no obstante, tiene características que la marcan únicamente como obra de Beethoven, en particular el uso frecuente de sforzandi y el uso prominente e independiente de instrumentos de viento. El estreno, en el que se presentaron obras de Handel y Mozart, sirvió para anunciar el talento de Beethoven en Viena. La sinfonía está compuesta por 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes en do (normalmente asumidos por instrumentos en si bemol), 2 fagotes, 2 trompas en do y fa, 2 trompetas en do, timbales y cuerdas. La forma musical está de acuerdo con la tradición compositiva establecida. El contenido musical, la instrumentación y los tempos son inusuales, si no revolucionarios en su uso para una obra sinfónica de la época de Beethoven.