Concierto para piano núm. 2 en si bemol mayor, K.39
Ahora se sabe que los primeros cuatro conciertos para piano de Mozart son orquestaciones de sonatas de varios virtuosos alemanes. Utilizando movimientos de las sonatas de otros compositores, el joven Mozart parece haber comenzado a aprender a afrontar los problemas estructurales de la composición en forma de concierto para piano. El concierto está compuesto para cuerdas, piano (o clavecín) y pares de oboes y trompas, como se indicó anteriormente. El primer y tercer movimiento son del Op. de Raupach. 1, núm. 1, mientras que el movimiento lento se basa en el movimiento inicial de la op. 17, núm. 2, un compositor admirado por Mozart.
