Autor de la popular Sinfonía española para violín y orquesta, obra que cautiva al oyente por su encanto melódico y su gran pasión, Lalo fue un importante compositor de música orquestal y de cámara en una época en la que los músicos franceses estaban dominados por el impulso de componer para teatro. Sus obras menos conocidas, pero no poco logradas, incluyen el poderosamente emotivo Concierto para violonchelo en re menor, una obra que utiliza acertadamente el potencial expresivo del instrumento, el ballet Namouna y esta obra. Requiere violín solo, flautín, 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes + 2 trompas, 2 trompetas, 3 trombones + timbales, percusión y cuerdas.