Robert Schumann completó su Concierto para piano en la menor, op. 54 en 1845. Fue estrenada por Clara Schumann al año siguiente, con una orquesta dirigida por Ferdinand Hiller, dedicatario de la obra. Este trabajo, que en realidad comenzó como Fantasie, fue el único concierto para piano que completó Schumman, ya que sus intentos anteriores en el género habían sido frustrados. Clara le instó a ampliar el Fantasie y él añadió más movimientos, completando así la obra. Después de este concierto, Schumann escribió otras dos piezas para piano y orquesta: la Introducción y Allegro Appassionato, op. 92, y Introducción y Allegro Concertante, op. 134. El concierto está compuesto para 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 2 trompas, 2 trompetas, timbales, cuerdas y un piano. La pieza, como está marcada en la partitura, consta de tres movimientos, aunque no hay interrupción entre los dos últimos, y Schumman en realidad prefirió que los movimientos figuraran solo como dos en los programas de concierto.
Robert Schumann completó su Concierto para piano en la menor, op. 54 en 1845. Fue estrenada por Clara Schumann al año siguiente, con una orquesta dirigida por Ferdinand Hiller, dedicatario de la obra. Este trabajo, que en realidad comenzó como Fantasie, fue el único concierto para piano que completó Schumman, ya que sus intentos anteriores en el género habían sido frustrados. Clara le instó a ampliar el Fantasie y él añadió más movimientos, completando así la obra. Después de este concierto, Schumann escribió otras dos piezas para piano y orquesta: la Introducción y Allegro Appassionato, op. 92, y Introducción y Allegro Concertante, op. 134. El concierto está compuesto para 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 2 trompas, 2 trompetas, timbales, cuerdas y un piano. La pieza, como está marcada en la partitura, consta de tres movimientos, aunque no hay interrupción entre los dos últimos, y Schumman en realidad prefirió que los movimientos figuraran solo como dos en los programas de concierto.