Beethoven escribió su Concierto para violín en re, op. 61, en 1806 para su colega Franz Clement, que le había ayudado con el asesoramiento de Fidelio. La primera edición impresa estuvo dedicada al amigo de Beethoven, Stephan von Breuning. Se cree que Beethoven terminó la parte solista tan tarde que Clement tuvo que leer a primera vista parte de su interpretación y, para expresar su molestia, Clement interrumpió el concierto para tocar una composición propia, tocada en una cuerda con el violín al revés. El estreno no fue un éxito y el concierto fue poco interpretado en las décadas siguientes. La obra fue revivida en 1844 con actuaciones del violinista Joseph Joachim que entonces tenía 12 años, con la orquesta dirigida por Felix Mendelssohn. Desde entonces, ha sido una de las obras más importantes del repertorio del concierto para violín y en la actualidad se interpreta y graba con frecuencia.
Beethoven escribió su Concierto para violín en re, op. 61, en 1806 para su colega Franz Clement, que le había ayudado con el asesoramiento de Fidelio. La primera edición impresa estuvo dedicada al amigo de Beethoven, Stephan von Breuning. Se cree que Beethoven terminó la parte solista tan tarde que Clement tuvo que leer a primera vista parte de su interpretación y, para expresar su molestia, Clement interrumpió el concierto para tocar una composición propia, tocada en una cuerda con el violín al revés. El estreno no fue un éxito y el concierto fue poco interpretado en las décadas siguientes. La obra fue revivida en 1844 con actuaciones del violinista Joseph Joachim que entonces tenía 12 años, con la orquesta dirigida por Felix Mendelssohn. Desde entonces, ha sido una de las obras más importantes del repertorio del concierto para violín y en la actualidad se interpreta y graba con frecuencia.