Concierto para violín núm. 1 en mi bemol mayor, op. 6
El Concierto para violín núm. 1, op. 6, fue compuesto por Paganini entre 1817 y 1818, lo que revela que la magia técnica de Paganini estaba completamente desarrollada en ese momento. Originalmente pretendía que la pieza se escuchara en la tonalidad de mi bemol mayor, las partes orquestales se escribieron en esa tonalidad, con el violín solo escrito en re con instrucciones para una scordatura de medio tono. De esa forma, no sólo el solista podría conseguir efectos imposibles en Mib, sino que además la tonalidad amortiguaría un poco el sonido de la orquesta (al no tener cuerdas al aire), haciendo emerger al solista. Posteriormente se publicó una versión con las partes en re mayor, presumiblemente hecha para acomodar una interpretación sin el requisito de scordatura. Esta forma se convirtió en la más popular (cabe señalar que muchas ediciones no incluían la parte solista, ya que Paganini era famoso por ser reservado con sus partes para evitar la posibilidad de que otras personas copiaran sus "trucos" o interpretaran sus obras). La partitura original publicada de Paganini era para 1 flauta, 2 oboes, 2 clarinetes, 1 fagot, 2 trompas, 2 trompetas, 1 trombón y cuerdas. En los años posteriores a la publicación original de la obra, Paganini amplió ocasionalmente su orquestación.